viernes, 8 de mayo de 2015

JIMMY BARNATÁN

CON EL ALMA ENTRE SANTANDER Y NUEVA YORK

La carrera de Jimmy Barnatán está cuajada de experiencias que desde los quince años ha ido acumulando en distintas facetas hasta alcanzar la madurez que se hace patente en MotorClub, su cuarto álbum. En él vuelve a aglutinar blues, jazz y rock en un cóctel goloso y adictivo que no podemos dejar de saborear.

Aun siendo joven tienes a tus espaldas una larga carrera ¿cuál ha sido el camino para llegar hasta aquí?

Con tan sólo once años ya estaba inmerso en el mundo de la música (empecé participando en Los Miserables) y más tarde formé parte de diversas bandas de blues en Nueva York. Fue gracias a mi mánager, Juantxu Álvarez, que decidí por fin profesionalizarme y convertir lo que al principio era un hobby en una forma de vivir. Hace seis años que publiqué mi primer disco y ya vamos por el cuarto.

¿Cuál es el concepto de MotorClub, tu nuevo álbum?

Una vez más vuelvo a fusionar diferentes músicas de raíces americanas, aunque esta vez la forma de componer ha sido algo diferente. Lo hacemos Sergio (el guitarrista) y yo creando la melodía de forma muy fluida y luego yo acabo encajando las letras. No nos complicamos en laberintos musicales ya que componemos sin la presión a que se ven sometidos los autores de otros géneros más pretenciosos que buscan llegar a un público lo más amplio posible. Nosotros nos ceñimos simple y llanamente a hacer lo que nos apetece.

¿Y de qué hablan esas letras?

Yo llamo al blues el género de los géneros. Cubre un espectro conceptual muy amplio, habla de amor, humor, drama, muerte, desamor… trata sobre la vida como lo puede hacer la literatura. Algunas de mis letras se basan en experiencias vitales y otras entran en el terreno de la ficción. Me gusta hablar de mujeres que me han amado, de otras que no lo han hecho, de viajes, de lugares… Por ejemplo de dos ciudades tan dispares como son Santander y Nueva York, que para mí tienen un significado especial ya que ambas representan el paraíso perdido de mi infancia.

¿Cambian mucho las canciones de cómo son en principio a como quedan una vez terminadas?

Tratamos de que el resultado sea lo más parecido posible a lo que habíamos pensado. Es puramente una cuestión del género. Yo creo en la libertad musical, de modo que durante los ensayos o en la grabación cada músico puede también aportar ideas que enriquezcan el trabajo.

¿Existe diferencia entre lo que se graba en el disco y lo que luego suena en directo?

Básicamente ninguna. A diferencia de otros estilos, el blues necesita una gran elasticidad que sólo puede conseguirse mediante la grabación en vivo. De modo que nos metemos todos los músicos a grabar a la vez en el estudio y después sólo se añaden algunos arreglos y retoques.

¿Cómo ves la escena del jazz y el soul en España?

La veo estupenda en cuanto a los músicos. Otro tema es la escasa repercusión que tiene entre los promotores, ayuntamientos y muchas emisoras de radio que se dedican solamente a inyectar productos baratos para la masa. No existe ningún apoyo para que géneros como el blues puedan salir a flote de la misma manera. En otros países el público es más receptivo y no está tan manipulado por las multinacionales.

¿Qué proyectos inmediatos tenéis entre manos?

El día 8 hacemos la presentación en Santander y tenemos previsto ir a Nueva York en octubre. También estamos inmersos en la composición de la banda sonora del documental “Las Hurdes, Tierra con Alma” con la actriz Adriana Ugarte. Para estar al día de nuestra agenda basta con asomarse a  @jimmybarnatan tanto en Twitter como en Instagram.

FOTO: PAUL AINAS