¡Ya están todos en el bombo!
Como si de una lotería se tratase, ya están todos los
participantes para la gran final escogidos y ordenados para la salida, desde
Eslovenia (con una canción muy propia de Duffy y sus cascos) hasta Italia (una
de las grandes favoritas con Il Volo con sus nominaciones a los grammys Latinos
y su paso por San Remo). La emoción va a estar hasta el último minuto ya que, si ya es difícil acertar el top 10 (Posiciones vetadas a España este año), es casi imposible acertar el top 3 o la ganadora.
Esta edición se caracteriza por la gran proliferación de
medios tiempos y baladas. La sensacional Conchita (sí, no puedo parar de hablar
de ella, de su profesionalidad, su simpatía y su omnipresencia en toda Viena) ha dado la pauta para las
canciones de este año; aunque por suerte hay excepciones.
Serbia, un tema que combina un ritmo más marchoso con ese
omnipresente medio tiempo; Israel que mezcla su etnia y que hace que el público
se levante a bailar (realmente uno de los favoritos por parte del público y que
corearon su nombre para el Golden ticket); Reino Unido con un tema muy
divertido y de los años muy Belle Epoque o “locos años 20” que hará bailar y dejo
para el final a Suecia (con una interpretación espectacular y un no menos
espectacular cantante).
Desde aquí quiero felicitar al encantador John Karayiannis
que con su preciosa balada (sencilla y muy bien interpretada) ha conseguido que
Chipre pase a la final. Y no será por baladas este año. Polonia, Grecia, la
potente Francia (que vuelve a las baladas después de lo innombrable que enviaron
el año pasado), España con esa canción sin pies ni cabeza pero bien
interpretada por una magnífica y encantadora Edurne, otros países y como no la
poderosa y espectacular Rusia con una Polina Gagarina emocionada y con un
chorro de voz (en plan Rita Pavone que de un cuerpo pequeño salía un chorro de
voz).
En la final nos encontraremos a 4 parejas cantantes, un
número alto y el resto solistas, más mujeres que hombres. Como excepción
Armenia que es un grupo donde todos cantan, en los otros grupos solo canta el
solista. ¡Vamos, un Eurovisión muy personal! Una nota curiosa y es que la mayoría de las canciones empiezan cantando, no con música inicial, si no ya con la voz.
Por supuesto que ha habido injusticias: Holanda con un buen
tema, Portugal con una de sus mejores apuestas eurovisivas, Malta con un tema
muy potente, etc.; sin embargo todos debemos de sentirnos aliviados porque
Finlandia no haya pasado y, de esta manera, ahorrarnos de ver y oír de nuevo ese bodrio
que han enviado que, aunque parezca imposible, consigue hacer bueno al
Chiquiliquatre.
Sea como sea, el ambiente que se está viviendo en Viena es
realmente espectacular, la gente de todas las naciones participantes se reúnen
en el Euro café o en el euro Village y todos se hablan entre sí, corean las
mismas canciones independientemente de donde sean y aplauden las votaciones a
los otros países. ¿No podría ser igual en otros ámbitos?