Tal y como decía María Jiménez: “Se acabó” y se cumplieron las expectativas del favorito, un Måns Zelmerlöw (Suecia) ganó la gala de ayer con todas las de la ley, Polina Gagarina (Rusia) consiguiendo un segundo lugar y “Il volo” un tercer lugar. Hasta aquí lo esperado (de nuevo la política y los “amiguismos”), pero no todo fue lo justo que debería de ser musicalmente hablando.
Edurne realizó una muy buena interpretación y recibió una gran ovación; desde Viena se tenía una grata sensación de la canción española (Bueno, eso de española es un decir ya que es de la fábrica sueca) pero no pudo ser el subir más allá del puesto número 21. Mucha gente me ha comentado que si había cometido un gallo, o que llegaba asfixiada al final; pues no es así, Edurne defendió muy bien el tema y cantó correctamente toda la canción. En este festival “Sia” (La cantante) ha sentado precedente y muchas cantantes han adaptado ese estilo.
Ha sido un festival muy bien montado, con un escenario espectacular en un entorno no muy grande por lo que se podía ver bastante bien desde casi todos los puntos (menos los de al lado del escenario). Algunos problemas de conexiones a la hora de votar pero sin problemas destacables, una edición un tanto nostálgico de esos 60 años y, como no, presidido por la formidable Conchita. Nunca una Eurovisión ha dado tanta importancia al ganador del año anterior.
Quizás no se vería por las televisiones pero durante el recuento de votos Conchita interpretó dos temas de su nuevo álbum (You are unstoppable ; el grito de guerra que dijo cuando ganó el año pasado y el tema Firestorm) con una gran ovación de todos los que estábamos allí; también hubo un número de percusión y orquesta con coros que amenizó la espera de las votaciones.
Resumiendo, una experiencia inolvidable que aconsejo a todos. El ambiente ha sido fantástico ya que no importaba de que país eras, todo el mundo mostraba sus preferencias sean o no de su país cosa impensable en el fútbol (Como deporte rey en Europa). Por mucho que digan los del fútbol que eso es diferente; no, no lo es ya que cada uno apoya a su país pero no denuesta al país contrario con un fanatismo propio de mentes no muy desarrolladas, y más cuando sabe que el otro país o contrincante lleva un tema mejor o es más carismático el cantante. Recordemos que en el país ganador, el Melodifestivalen tiene unas audiencias más altas que el fútbol; pero claro es que están más desarrollados. Las presentadoras bien pero eclipsadas por Conchita que mantenía en todo momento la elegancia y su profesionalidad.
Este vídeo es de la canción se ha compuesto para el festival "Building Bridges" construyendo puentes. Llegado a este punto ya puedo responder a la pregunta inicial:
And the twelwe points go to …. Conchita.
Fotos: Marc N. Tártalo