Eurovisión es noticia estos días por dos motivos: uno es el
anuncio de Edurne como nuestra representante para este año y el otro es la
publicación del primer álbum de Ruth Lorenzo, quien consiguiera un
magnífico décimo puesto en la edición pasada. Pero nosotros, más originales que
nadie, no vamos a hablar ahora mismo sobre ninguna de las dos. En cambio vamos
a centrar nuestra atención en Anabel Conde, que a día de hoy sigue
ostentando la posición más alta conseguida por España en el festival durante
los últimos treinta y cinco años con un excelente segundo puesto en 1995.
Anabel, cuya prodigiosa voz continúa en su máxima plenitud,
tiene a la venta un espléndido álbum en el que nos demuestra que su éxito no es
fruto de la casualidad sino del talento y del trabajo firme y constante. En Toda
una mujer se atreve con una extensa gama de registros y encontramos
temas para todos los gustos.
Para los amantes de los ritmos cálidos, el disco se abre con
la pegadiza Paraíso, que es un homenaje a su Andalucía natal. Quienes
prefieran algo más contundente disfrutarán de la faceta más rockera y agresiva de Anabel en Entérate
ya y Crisis emocional. Si lo tuyo es la pista de baile, entonces no
te puedes perder Incéndiame, y si, por el contrario, te van más las baladas,
disfrutarás con Just once, Tú y yo, Sobrevivir y Lately,
dignas de figurar en cualquier banda sonora de Disney.
La cosa no acaba ahí, destacamos especialmente las dos
piezas en las que despliega su voz con más raíces negras que nunca: It’s
for you y Sin miedos, donde el blues y el soul alcanzan cotas (y notas)
muy altas. Estamos ante un disco muy completo, con un repertorio cuidadosamente elegido y
una Anabel
Conde más versátil, potente y emocionante que nunca.
