miércoles, 17 de septiembre de 2014

DEBE DE SER ESTO LA FELICIDAD - Carlos de France

TECLAS, CUERDAS Y VERSOS

Carlos regresa con nuevo disco bajo el brazo. Un disco que desafía los convencionalismos que cualquiera podría esperar de un cantautor. Quizá su extenso bagaje como productor y compositor de canciones de muy diversa raigambre le han curtido permitiéndole desarrollar una sensibilidad que se desenvuelve con igual soltura evocando los estándares anglosajones (El regalo, In love) que recreándose en un pop de sonido más patrio, casi latino (No sé por qué aún te quiero, Besos guardados).

Lo cierto es que, aparte del despliegue de ritmos y estilos que aderezan el álbum, es de agradecer el gran esfuerzo del artista para lograr un ramillete de nada menos que trece canciones en las que cada una aborda una temática absolutamente distinta. Así iniciamos el recorrido con El centinela, un tema cuya melancólica composición y el sencillo pero efectivo ritmo de base recuerda de alguna manera al Streets of Philadelphia de Springsteen. Esta tristeza suavemente destilada se percibe también en otros temas como El bufón y El regalo.

Otros cortes son sin duda más animados en cuanto a ritmo pero sus letras tienen un alto contenido de nostalgia y hasta de cinismo. Tal es el caso de El cartel de no molestar y Me da igual. Algo de eso también hay, aunque con diferente sabor, en la evocadora Rockola. Por último, el artista desnuda su alma en temas tan elocuentes como Morir en el armario (quién le iba a decir que un título sugerido por otra persona le podría ir tan al pelo) y Turno de noche, emotivo colofón para el disco que narra una historia que viene a ser algo así como la versión urbana de Lady Halcón.



Un paseo que va de lo trascendental a lo cotidiano, a veces incluso entremezclando una cosa y otra. Un disco ideal para aquellos que gustan de canciones que realmente digan algo.