Un pop-rock contundente y lleno de mensajes es lo que encontramos en el álbum “A cero”, la nueva propuesta de Ivan Rosquellas & Malas Lenguas. El cantante nos revela los secretos del mismo en esta jugosa entrevista.
Cuéntanos cómo se ha gestado este disco y si ha sido un proceso
largo hasta poder sacarlo a la luz.
En realidad el proceso comenzó en cuanto acabé de grabar el
disco anterior. Han sido dos años y medio en los que he ido componiendo a un
ritmo muy lento, ya que la música no es mi ocupación principal. De hecho, las
canciones de este disco son las únicas que he compuesto desde el disco
anterior. No hay ningún descarte.
Sorprende la variedad de registros que se suceden en él. Desde la
luminosidad de “Sale el sol” hasta la tristeza de “Naufragant”. O desde el
flirteo de “Take” hasta la desilusión de “Polos contrarios”. ¿Es el reflejo de
una mente inquieta o simplemente un esfuerzo por conseguir que el álbum no
resulte lineal?
No he tenido que esforzarme en conseguir una variedad de
registros, en todo caso sería al contrario. En el momento de recopilar las
canciones que había compuesto me preocupó que el disco quedase demasiado
dispar, que le faltara homogeneidad. Pero en seguida me di cuenta que eso,
lejos de ser un problema, es una riqueza. Creo que ha quedado un disco muy
completo.
¿Y cuánto de autobiográfico hay en las letras?
Mucho. Hay letras muy íntimas, que hablan de las cosas que
he vivido en estos últimos tres años. Sin embargo también he querido explicar
otras historias, historias reales, como la de Núria, una mujer que se
encontraba en una situación límite que me conmovió.
¿Cómo ves el panorama del pop actual? ¿Qué pensáis que le falta… o le
sobra?
Yo creo que le sobra talento y le faltan recursos. Cuando yo
empecé en la música a principios de los 90 había muchas ganas y menos talento.
Tampoco nos preocupaba. Seamos sinceros, en los 80 triunfaban muchos grupos con
escaso nivel musical. Ahora los jóvenes van a escuelas de música y salen con 23
o 24 años tocando de maravilla. Eso sí, me preocupa que por falta de apoyo a
los lugares de música en vivo, no se pueda dar salida a ese talento. Y me
refiero no solo al apoyo institucional, sino también al del público.
¿Qué es lo que más te gusta de grabar en el estudio y de actuar en el
escenario?¿Son dos mundos aparte?
Sí, totalmente distintos. Yo cuando entro en el estudio no
hago más que aprender. He tenido la suerte de trabajar con José Nortes, que es
uno de los mejores productores de rock en España, y de poder tocar con músicos
como Candy Caramelo, que es una auténtica bestia. Por otro lado, la adrenalina
del escenario es algo que me encanta. Noto que ese es mi lugar y no me bajaría
nunca de ahí. Si por mí fuera haría conciertos de tres horas. Pero claro, igual
al público no le hace tanta gracia…
¿Cuáles son los proyectos para este año?
Girar el disco tanto como sea posible y, claro,
paralelamente empezar a componer para el próximo. Además tengo un montón de
proyectos audiovisuales y de gestión cultural, así que el reto será poder
llegar a todo y hacerlo en condiciones.