domingo, 28 de diciembre de 2014

ALEX CASANOVA. Reseña de ANTAGONASIA

MELODRAMAS A RITMO DE SINTETIZADOR

El joven gallego se lo ha tomado muy en serio y para este álbum ha confeccionado una colección de ocho temas bien elaborados. Todos ellos suenan frescos, con estribillos contagiosos y letras que enganchan. Cada tema narra una crisis de pareja por diferentes motivos y están salpicadas de trozos de conversación, frases incisivas y un chorro continuo de emociones mezcladas.

La voz de Alex, casi siempre en una tesitura suave y casi susurrada, va desgranando cada historia con ese trasfondo de “tragedia adolescente”. El contrapunto lo ponen unos arreglos de teclados muy vivos y desenfadados. De ahí el nombre del álbum, Antagonasia, que define a la perfección esta combinación de sensibilidades.

Entre los títulos destacan por ejemplo ¡No puede ser! Que funciona como una perfecta introducción ya que es muy representativa del sonido que impera en el disco, lleno de referencias ochenteras y un ritmo electrofunky que impide escucharlo quieto. Lo mismo puede decirse de Ni una sola vez y del primer single extraído: Todo va a estar bien, cuyo sonido nos remite a Casal o a Olé Olé.

En cambio en Ciudad Carmín se rastrean huellas de The Human League, Pet Shop Boys o incluso Daft Punk. Luego tenemos las sofisticadas percusiones de Bocadillo de luna, la elegante producción de Lulú, y el tenso tira y afloja de los protagonistas de Yo no me muevo por dinero.


Y como colofón, la golosa Xeado de limón, que a primera escucha puede parecer algo intrascendente pero que en realidad encierra una ácida crítica contra las dietas extremas y la anorexia. En conjunto estamos ante un perfecto ejemplo de buen tecnopop hecho en nuestro país, con un sonido rutilante y unas letras dinámicas que merecen escucharse con atención.