CELEBRANDO EL ROCK
Judith sabía que podía hacerlo y decidió darse el gustazo.
El de hacer un disco a su medida versionando todos aquellos clásicos que más le
gustaban, eso sí, llevándolos a su terreno. Y el disco no tiene desperdicio.
En él encontramos desde el Bring me to life de Evanescence
hasta el Walk this way de Aerosmith. Todo un paseo por la historia viva del rock a través de un
total de diez canciones inmortales de las últimas décadas que la
violinista interpreta a su manera, sabiendo sacar partido a su instrumento y a
las inspiradas melodías que forman ya parte de la banda sonora de nuestras
vidas.
Entre los momentos más álgidos del disco destacan una
acertada reinvención del Sympathy for the devil de los Rollings
con unas percusiones más que contundentes, un We will rock you que
estoy seguro que deleitará al mismísimo Bryan May, y una puesta al día del
clásico Highway to hell que pone el listón bien alto.
Judith Mateo sabe que su público es tan exigente como ella
misma y una vez más ha vuelto a poner toda la carne en el asador para ofrecer
un álbum lleno de fuerza y virtuosismo. No esperábamos menos de ella.